¿Estornuda, tose?, le pica la garganta? Los cambios de estaciones secas a húmedas o de frías a cálidas son momentos propicios para que esta sintomatología —junta o por separado— aparezca entre nosotros. Numerosas enfermedades o afecciones provocan en nuestro organismo reacciones similares, aunque obedecen a causas diferentes. Y saber a qué nos enfrentamos hará que nos curemos antes.
Porque no es lo mismo estar siendo presa de una gripe o un resfriado —aunque ambas sean causadas por un virus— que paceder los efectos de una alergia. A menudo su aparición nos puede confundir, pero no solo es que sean diferentes, sino que las consecuencias para nuestra salud también lo son.
Una alergia es una reacción exagerada del sistema inmunológico ante una serie de sustancias que el organismo no es capaz de tolerar (sustancias que pueden llegar por la ingesta, por el tacto o por el aire) mientras que el resfriado o la gripe son el ataque de unos virus que afectan a las vías respiratorias. El resfriado solo toca las vías respiratorias superiores (nariz y garganta) y la gripe afecta a todo el aparato, especialmente la tráquea. 
Los rhinovirus y los coronavirus son los más comunes en el resfriado, aunque hay catalogados más de 200 virus relacionados con este proceso, que se caracteriza por una inflamación de las membranas que recubren la nariz y la garganta. Es muy contagioso (de persona a persona por contacto o por el aire), no hay un tratamiento que lo cure —toda la medicación tiene efectos paliativos— y no existe vacuna. No obstante, los pacientes se recuperan sin dificultad en una o dos semanas.
La gripe o influenza, en cambio, puede llevarnos al otro barrio en forma de neumonia. Es un virus mucho más agresivo. Genéricamente, la gripe esta dividida en tres grupos: el A o gripe estacional, que se desarrolla en invierno y comienzos de primavera; la B, que afecta a lo largo de todo el año; y la del tecer tipo, como la N1H1 (responsable de las últimas pandemias de gripe aviar o porcina).
La gripe se caracteriza por un inicio abrupto de signos y síntomas respiratorios y generales (fiebre, dolor muscular y de cabeza, malestar general, rinitis, ardor faríngeo y tos). En la mayoría de los casos los síntomas desaparecen en pocos días, aunque la tos y el malestar general puede persistir más de dos semanas.
La alergia tambien participa de una sintomatología similar, pero tiene que ver con un deficiente funcionamiento del sistema inmunológico, nuestro sistema de defensa encargado de combatir los gérmenes. Digamos que reacciona ante una falsa alarma. Por ello es importante no confundir un proceso alérgico con uno de intolerancia a los alimentos. En este último no participa el sistema inmune.
En cualquier caso, nunca se comporte como un aprendiz de doctor y ante los primeros síntomas acuda al especialista.

SíntomaResfriadoGripeAlergia
Goteo nasalGoteo y congestiónNariz despejadaFrecuentemente
EstornudosEstornudosOcasionalmenteFrecuentemente
Comezón en los ojosOjos llorososRaramenteFrecuentemente
FiebreBaja o no apareceFiebre alta
Dolores y molestiasA vecesFatiga y dolor muscular
Dolores de cabezaEn ocasionesSiempre dolor de cabezaRara vez
TosSeca y leveProfunda y húmeda (con flemas)A veces
MareosFrecuentementeA veces
RonqueraFrecuentementeA veces
Dolor de GargantaSiempreocasionalmentefrecuentemente
Necesidad de antibióticosNoAntibióticos y antiviralesAntiestamínicos
Malestar generalLeveAgudo
ApetitoNo quita las ganas de comerSe pierde