Se trata de uno de los descubrimientos más sorprendentes de la biología:
 las plantas son capaces de realizar cálculos matemáticos simples para no
morirse de hambre. En concreto, calculan la cantidad de energía
 almacenada para asegurarse que será suficiente durante la noche,
 momento en el que, al no haber luz solar, no pueden realizar la
 fotosíntesis para convertir el dióxido de carbono en azúcares y almidón.
 El hallazgo, realizado por un grupo de científicos británicos, ha sido
 publicado en la revista científica eLife.
"Este es el primer ejemplo concreto en un proceso biológico de que
existe un sofisticado cálculo matemático", ha dicho a Reuters Martin Howard,
 uno de los científicos del estudio, del John Innes Centre en Reino Unido.
Los investigadores analizaron plantas del género Arabidopsis, un tipo
 utilizado ampliamente para estudios científicos. Se dieron cuenta que,
 durante la noche, las plantas realizaban un consumo tan exacto y preciso
de almidón (sustancia que les sirve de reserva energética) que solo sería
 posible llevarlo a cabo mediante un cálculo previo.
"Lo que hacen es un cálculo matemático de una forma química",
 ha explicado a la BBC el profesor Alison Smith, responsable del estudio.
 Pero, ¿cómo exactamente? Es una simple división. Por un lado, la planta
 mide la cantidad de energía almacenada en su sistema (almidón).
 Por otro, un "reloj" interno, similar al de los humanos, le dice qué momento
 del día es o cuanto falta para amanecer. Simplemente dividiendo las moléculas
 de energía entre las de tiempo, la planta es capaz de calcular con precisión la
 cantidad de energía que debe y puede consumir durante la noche para no
 morir de hambre, hasta que la luz le permita de nuevo volver a produci
r más energía.
Los científicos creen las aves migratorias podrían utilizar un sistema similar
 para controlar la cantidad de energía almacenada en sus organismos durante
 vuelos de larga distancia. Ahora ya sabemos que las plantas lo hacen.
 Ya sabes: la próxima vez que mires a una planta, recuerda que esas hojas

 saben dividir. Casi nada. [Reuters y BBC]