¡BASTA DE EXCUSAS! CONSTRUYE LA VIDA QUE DESEAS
"Soy así, no puedo alterar mi ADN. Mi constitución genética tiene la culpa"Nos gustaría adelgazar, estudiar una carrera dejar de fumar, viajar... pero estamos convencidos de que no podemos hacerlo porque somos muy mayores o demasiado jóvenes, no tenemos fuerza de voluntad, será muy difícil, la genética nos condiciona, siempre hemos sido así...¿Qué pasaría si descubriéramos que estas "razones" que nos impiden vivir nuestros sueños son en realidad excusas que nos hemos fabricado con la ayuda de nuestra educación el entorno cultural, etc.?¿Te imaginas decubrir que SÍ es posible lograr todo aquello que deseamos si cambiamos nuestra forma de pensar?
La mayoría de nosotros pensamos que nada podemos hacer para variar nuestro ADN y que, por tanto, hay cosas que, debido a nuestra herencia biológica, quedan fuera de nuestro alcance. Según el doctor Bruce Lipton, investigador y autor del libro La biología de la creencia, la vida no está dominada por los genes, sino por una energía invisible carente de propiedades físicas que es la que controla el cuerpo y sobre la que podemos influir ¿Cómo? Con nuestros pensamientos y creencias. Si variamos la visión que tenemos de nosotros mismos y de nuestras capacidades, podremos modificar ese ADN por el que nos sentíamos atrapados y que nos impedía alcanzar nuestras ilusiones. Profundizar en esta idea puede ser el primer paso para cambiar nuestra vida.
"Es mi carácter, lo he heredado de mi familia, me es imposible dejar de ser así"
La memética es la disciplina que estudia los memes: creencias que se propagan como virus entre individuos de la misma familia, raza, religión, etc., y que acaban siendo las "excusas" en las que nos apoyamos para dejar de hacer todo lo que se sale de esas creencias. Lo peor es que muchos de estos memes son, en realidad, convicciones limitantes que nos impiden superarnos a nosotros mismos, luchar por nuestros sueños y hacer realidad nuestros anhelos. Si aceptamos que nuestras "escusas" son memes disfrazados de explicaciones, habremos dado un paso de gigante, porque habremos descubierto que ¡los podemos cambiar!
"Será muy difícil, no soy capaz, nunca lo podré conseguir"
Algunas creencias nos desaniman hasta el punto de impedirnos hacer algo por temor al fracaso. ¿O por temor a conseguirlo? La idea que tenemos de nosotros de persona incapaz se podría venir abajo si alcanzamos nuestro objetivo y con ello dejaríamos de saber quiénes somos, nos tendríamos que reinventar. A veces nos resulta más cómodo creer que no podemos: adelgazar, dejar de fumar, aprender un idioma..., que ponernos a ello con todas nuestras fuerzas. Esta situación se resuelve a base de conocimiento, desarrollando un estado mental abierto a todas las posibilidades: ¡todo es posible!
"No tengo tiempo. Estoy demasiado ocupado"
Si nuestra agenda está tan repleta que no nos queda tiempo para dedicárselo a las cosas que pensamos que nos harían más felices, podemos hacer dos cosas: echarle la culpa al trabajo, la familia, los estudios, etc., y seguir como hasta ahora, o aceptar que nosotros hemos escogido ese estilo de vida y decidir tomar cartas en el asunto para cambiarlo. Hacer realidad nuestros anhelos requiere que estemos a su disposición. Y esto significa estar dispuesto a responsabilizarnos de todo lo que ocurre en nuestra vida; estar dispuesto a dejar de poner excusas para no hacerlo; estar dispuesto a mantener la ilusión para alcanzar ese sueño, y estar dispuesto a poner toda nuestra pasión, fuerza y entusiasmo para conseguirlo. Seguramente es importante tener muy claro el sueño, si lo queremos de verdad, lo podemos lograr.
"Es demasiado grande y díficil para mí, jamás lo lograré"
Si nos planteamos nuestros objetivos en términos absolutos, los vemos como un todo y nos imaginamos el resultado final, es probable que nos desanimemos y ni tan siquiera intentemos hacer algo que alcanzarlos. Pero, como nos dice Lao Tse en el libro del Tao: "Afronta las dificultades cuando todavía son fáciles. Haz grandes cosas cuando aún son pequeñas". No podemos adelgazar 5 kilos ni escribir un libro en un día, pero sí podemos hacer pequeñas cosas a diario, y es en ellas en las que nos debemos centrar. Además, debemos desactivar los pensamientos que sabotean nuestro trabajo, nuestras capacidades o nuestros sueños para centrarnos en aquellos que nos animan. La sintonía también se produce con pensamientos de gratitud por lo que tenemos y aprendiendo a sentirnos afortunados por ello.
"Soy demasiado mayor, ya no tengo edad para hacer estas cosas"
Hay una edad para cada cosa. Es lo que a la mayoría de nosotros nos han inculcado y esta creencia se ha enraizado tan profundamente en nosotros que ha pasado a ser un dogma indiscutible, pero la historia está plagada de gente que ha hecho grandes cosas a edades respetables. Contra la potente excusa de la edad disponemos de una energía poderosa: ¡la pasión!. Pero ¿de dónde la sacamos? Prepara tu objetivo como si fuera un proyecto que vas a vender y haz cada día algo que te acerque a ese objetivo. Compártelo con tus seres queridos, busca "socios" con quienes puedas tirarlo adelante..¡Llegará!
"Voy a tardar mucho tiempo; no conseguiré acabarlo"
Pensar en lo mucho que tardaremos en hacer algo y no salir de ahí es una garantía para que así sea. Porque cuando entramos en este bucle, lo más habitual es que acabemos no haciendo nada y, por tanto, no avancemos en la consecución del objetivo. Para superar esta excusa, podemos disfrutar de lo que hacemos en cada momento, del ahora. Y es que el presente es el único que existe en realidad.
"No soy bastante fuerte, me falta el empuje necesario para lograrlo"
Aquello en lo que nos concentramos es lo que obtenemos. Si pensamos que no somos fuertes, que nos falta energía o capacidad para lograr algo, así será. ¿Qué pasaría si no pudiéramos cobijarnos en esta excusa? Este tipo de memes se nos inculcan de pequeños y se incrustan en nuestro ser hasta incapacitarnos realmente. Pero es posible desactivarnos haciendo el ejercicio de no contar con ellos, de vernos sin esa muleta que nos está impidiendo salir corriendo hacia nuestro sueño. Visualizarnos con todo lujo de detalles haciendo aquello que deseamos nos acerca a la posibilidad de tenerlo en el mundo real.
"Me da mucho miedo, no podré superar este temor nunca"
El miedo es el rey de las excusas, tiene todas las caras: miedo a la soledad, al fracaso, a la pobreza...La mejor herramienta de la que disponemos en este sentido es la compasión, ponernos en el lugar del otro, hacer algo en beneficio de los demás, sentir la emoción de dar, de ayudar. Conseguir un nivel de vibración amoroso es posible siempre que nos mantengamos alerta sobre nuestros pensamientos, que estemos atentos a lo que nos rodea y estemos a punto para echar una mano en todo momento. Pasar a la acción en beneficio del prójimo nos aparta de las arenas movedizas del miedo para dejarnos en la tierra firme del bienestar interior. Vale la pena intentarlo.
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