Alimentos funcionales, alimentos de diseño, nutracéuticos, alicamentos, medicalimento o farmalimentos son algunos de los términos utilizados para dar nombre a los productos que, además de aportar nutrientes, mejoran la salud o previenen alguna enfermedad crónica o degenerativa de elevada prevalencia.
En algunos casos, como en el caso de los alimentos bajos en colesterol, grasas, azúcares o sal, el método consiste en eliminar un componente que consumido en exceso puede tener efectos adversos. Otras veces la solución pasa por añadir un nutriente que ha sido identificado como esencial dentro de una alimentación equilibrada – vitamina A, vitamina D, calcio, fibra, hierro,… -. Y, cada vez más, el proceso de transformación de los alimentos implica incorporar sustancias con propiedades curativas o con una actividad biológica relacionada con la salud, como el popular ácido graso omega-3, las bifidobacterias o el ácido fólico.
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