En medio de la incertidumbre, la enajenación consumista y el deslumbramiento tecnológico, el ser humano sigue en busca de su superación personal. La humanidad requiere de voces que le indiquen caminos cercanos y posibles que le ofrezcan un rumbo.
Este es el caso del libro Tener o ser del psicólogo Erick Fromm, humanista por excelencia. Buscó respuestas primero en las fuentes espirituales de su religión judía, después en las doctrinas marxistas, en el psicoanálisis y las filosofías orientales, y tras su larga búsqueda logró encontrar su propio camino.
El libro se lee con facilidad y por ser la última obra del autor, deja testimonio de la profunda reflexión que hizo a lo largo de su vida acerca de la humanidad que pasó del siglo XX al XXI, y hace un planteamiento que sorprende por su sencillez.
Para Erick Fromm nuestra presencia en el mundo se rige por dos formas de ser y estar en la vida, dos modos de encarar la trascendencia y nos hace una sencilla pregunta acerca de cuál es el verbo que mayoritariamente conjugamos, tener o ser y las grandes diferencias que hay entre ellos.
Observa al ser humano inscrito en una sociedad y una cultura que lo impactan y a la que tiene que superar para encontrarse a sí mismo. Considera el egoísmo y el altruismo como dos orientaciones básicas del carácter y aborda la crisis de la sociedad contemporánea desde esta perspectiva, intentando encontrar algunas soluciones.
No está en contra del progreso pero sí profundiza en la enajenación que el hombre moderno hace de su naturaleza física y las consecuencias que esto ha traído consigo, destruyendo el ambiente. Y ante las promesas de la Revolución Industrial y la tecnológica de fines del siglo XX, acerca del poder que la humanidad alcanzaría, y que aún no se han podido cumplir, dejándolo desorientado.
Fromm nos explica que no es posible adquirir la sabiduría de la vida sin ningún tipo de esfuerzo o de sufrimiento un engaño alimentado por la ideología consumista y nos propone que nos esforcemos en recuperar nuestra fortaleza física, psíquica y espiritual, así como nuestras posibilidades de independencia, para que podamos abandonar la obsesión por el tener, característica de las condiciones económicas, políticas y sociales de la sociedad moderna, y centrar nuestra atención en el ser
La sociedad occidenta en la que vivimos nos ha hecho creer que ser es tener, que es indispensable adquirir muchas cosas para ser, como si el individuo que no posee nada no fuera nadie. Y aunque es necesario tener cosas para subsistir no es lo que da sentido a la vida, como el ser. “Tener parece un concepto relativamente sencillo, pero ser constituye una forma muy complicada y difícil”.
En su obra se desarrolla la tesis de la diferencia entre el tener y el ser en distintos ámbitos de la vida cotidiana como son el aprendizaje, la memoria, la conversación, la lectura, el ejercicio de la autoridad, tener conocimientos, la fe, el amor, y hace una reflexión sobre el tener y el ser en el Antiguo y Nuevo Testamento, pero sobre todo, el fenómeno eje del libro es el análisis de las diferencias entre estos dos modos de existir en el mundo.
El problema del tener es algo que también se da en grupos de escasos bienes, donde la idea tener es poseer a su pareja o donde la posesión de un automóvil es lo que da seguridad y relevancia a muchos individuos, que acumulan bienes a lo largo de su vida según esta tendencia. La desgracia para ellos es que se pierden a sí mismos y se convierten en “yo soy lo que los demás quieren que sea”
Al final del libro el autor expone su visión de lo que sería el hombre nuevo en una sociedad utópica que ha logrado trascender y cambiar del tener al ser.
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